No es un chiste. La petición se suma a una larga lista de disparatadas exigencias verificadas por nuestros monarcas del chisme y que dio lugar a una acalorada discusión sobre si el nuevo rey se le subió la corona a la cabeza.
La verdad de un abrazo que Meghan Markle le dio a una mujer que estaba en el público que asistía a rendir homenaje a Isabel II.